Javier Niederleytner es profesor del IEB
@javiniederLo primero que me viene a la cabeza en estos momentos de turbulencias, son las famosas palabras de Stan Weinstein, que dicen que el pánico hace que vendamos en los momentos más bajos, y la euforia que compremos en los momentos más altos.Obviamente hay que hablar de lo primero que es lo que toca.Solo voy a hablar de dos ejemplos de lo que ocurrió a partir de 2007 con el estallido de la crisis Lehman, uno a nivel local y otro a nivel mundial para tratar de hacer ver sobre todo al inversor minorista el peligro que citaba Weinstein de vender con pánico.Banco Santander llegó a cotizar a 4,14 euros en 2009. En 2010 alcanzaba la cotización los 12 euros. Hoy está a 4,80. Citigroup pasó de 10 a 50 dólares en periodos similares.Se vuelve a hablar de recesión, y de rescates, a mí juicio en unos términos tan absolutamente peyorativos, que es lo que hace que cunda el pánico. Esta claro que la situación económica mundial no está en su mejor momento, pero de ahí a tratar de hacernos creer que estamos ante la debacle, hay un buen trecho.El otro día leí una noticia que decía que las grandes fortunas habían aprovechado las fuertes recientes bajadas del mes de julio para comprar a precios de saldo; le hace a uno pensar si son ellos los que provocan el miedo para pescar en aguas revueltas. Es obvio que no, pero hacen lo que los inversote avezados hacen, que no es sino comprar a precios bajos.Estamos viviendo estos días unas circunstancias un tanto extrañas en los mercados y me llama poderosamente la atención, que ante este escenario de crisis y recesión, el petróleo esté tan caro. Es lo único que verdaderamente me descuadra.Me voy a fijar en la subida tan tremenda que ha tenido recientemente el precio de los carburantes que los consumidores y profesionales tenemos que pagar. No son los apropiados en un escenario económico como el que vivimos.Pero volvamos otra vez al precio del crudo. Si no se pude actuar sobre él, para que no sea tan inflacionario, y dado que Europa compra ese petróleo en dólares, queda una solución; obvia, revalorizar el euro para que dicha factura energética sea lo menos gravosa posible. Consecuencia, la que estamos viviendo actualmente con el euro dólar a 1,31, cuando tan solo hace unos meses estaba en los 1,20.¿Quién gana en este contexto?
- Con los altos precios del petróleo obviamente los árabes y los rusos, principales productores.
- Con la fortaleza del euro claramente los Estados Unidos, que ven como un dólar débil favorece sus exportaciones, y hace más complicadas las exportaciones europeas. Lo estamos viendo estos últimos días, donde grandes empresas americanas están obteniendo unos beneficios muy buenos.
Vamos a ser positivos en la conclusión; creo que los mercados vuelven a supra valorar esta situación negativa, y pronto veremos buenas noticias. (bajada de tipos, bajada del petróleo, emisión de eurobonos…) y los mercados rebotarán, porque no nos olvidemos, los mercados bursátiles “también” reflejan los resultados de las empresas, y estos no están tan mal como parece.
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