Rodrigo García de la Cruz es el director general de Finnovating, la primera consultora de innovación disruptiva de España especializada en startups financieras y de seguros, más conocidas como Fintech. García se licenció en administración de empresas en la Universidad de Valladolid, y siguió formándose en el IEB y en la London School of Economics.
Sabe de finanzas, y sabe de innovación. Ha liderado y fundado iniciativas como Accurate Quant, FinTech Iberoamérica y la Asociación Española de Fintech e Insurtech, y en la actualidad dedica la mayor parte de sus esfuerzos a Finnovatig. A través de la consultora, busca fórmulas para acelerar los procesos de digitalización de las empresas españolas. Con estos fines han apoyado a Banco Santander, Telefónica, BBVA, así como a otras multinacionales del país. Sobe ello conversó con ALnavío.
– ¿Es suficiente lo que están haciendo las empresas españolas?
– Es necesario, pero no suficiente. El proceso de digitalización interno de las grandes compañías es lento a pesar de los muchos recursos que están invirtiendo.
– ¿A qué se debe esa lentitud?
– La velocidad e inercia de estas corporaciones hacen que los procesos de transformación sean de innovación gradual. El reto está en la innovación abierta y cómo integrar la innovación externa, ya que la velocidad será mucho mayor a la vez que se integra más innovación disruptiva.
– ¿Se puede confiar en las startups españolas?
– Totalmente. En particular de los sectores de finanzas y seguros. Las startups llegan para acelerar la transformación digital en los sectores tradicionales. Tienen la facultad de incorporar la innovación y las nuevas tecnologías de forma mucho más ágil y eficiente.
– ¿Basta con que las grandes empresas lancen aceleradoras de startups para mejorar la innovación?
– En absoluto. Las aceleradoras cumplen un papel importante a la hora de generar contactos y establecer comunicación con el ecosistema. Pero es parcial y los objetivos de acelerar la digitalización apenas se cumplen. Hay que buscar procesos de integración de startups ya más maduros dentro de la actividad de las compañías.
– ¿La colaboración empresa-universidad en España es buena?
– La universidad tiene un papel muy importante, donde aún hace falta mucho más impulso e involucración en los temas relacionados con el emprendimiento.
– ¿Cuál es el papel de los reguladores para fomentar la innovación?
– Su papel es esencial para favorecer la innovación. Para esto nacen los sandbox, que son entornos controlados o espacios seguros de pruebas en los que las startups, fintech o entidades que se encuentran en estados iniciales de desarrollo de proyectos innovadores pueden emprender su actividad
– ¿España es un ecosistema favorable para las startups?
– España es el país con más startups fintech por habitante del mundo. Somos un país innovador, lleno de emprendedores y abierto al talento internacional. Los retos son dos: más inversión y regulación menos rígida. Para lo primero pedimos implicación pública, y lo segundo se solucionará en gran parte con el sandbox.
– Respecto a las grandes empresas, ¿acaso BBVA, Santander, Telefónica e Inditex están en un riesgo real ante el auge de Apple, Amazon y Google?
– Los GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple) ponen en riesgo a muchas compañías, ya que son plataformas que han sabido generar ecosistemas únicos de valor para los clientes, a la vez que se adelantan a lo que los clientes demandan con una gran experiencia de usuario. El reto es real, la única opción es la colaboración con la innovación externa.
– ¿Las empresas españolas se están adaptando a esta nueva era como toca?
– En su mayoría lo están haciendo bien; de hecho, algunas de ellas son referente mundial. Pero es un proceso lleno de retos, donde los comités de dirección van a tener que tomar en el futuro próximo decisiones arriesgadas relacionadas con la innovación y las nuevas tecnologías, con mucha visión y estrategia. Es un camino largo donde habrá grandes ganadores y muchos perdedores.
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