Hoy celebramos el Día Mundial del Ahorro y es un buen momento para preguntarse si los españoles estamos ahorrando menos o si lo hacemos de forma diferente. Entrevista al profesor Jesús Pérez en el programa Primera Hora, de Gestiona Radio.
¿Es verdad que los españoles cada vez ahorramos menos?
No es que ahorremos menos, sino que ahorramos de una forma diferente a como tal vez deberíamos hacerlo. Es decir, el español medio tiene una concentración bestial en el sector inmobiliario, en la vivienda, y considerando la evolución prevista de la pirámide poblacional, eso supone que nos vamos a pegar otro batacazo en la próxima década con el precio de la vivienda. Y en este caso ya van a ser difícilmente recuperables.
¿Eso puede ser un peligro para quienes compran pensando en complementar su futura pensión pública?
Claro. Esto es un tema piramidal, es decir: el valor de un bien depende mucho de lo que gane tu vecino. Si el poder adquisitivo del país se estima que se va a reducir, dado que no son sostenibles las pensiones, y estamos hablando que de aquí a 8-10 años va a haber 14 millones de pensionistas, automáticamente va a bajar el poder adquisitivo medio y por tanto, el valor medio de los bienes.
Entonces habrá que apostar por productos financieros ¿Cuáles son los más demandados aparte de la vivienda?
Cuando hablamos de ahorro, debemos pensar en ahorro líquido. Esto no quiere decir que los españoles no puedan tener su vivienda, que es una decisión personal, el tema está en ahorrar en segundas y terceras viviendas. Cuando hablamos de ahorro financiero, posiblemente el producto estrella ahora mismo es el fondo de inversión, porque es un activo donde tenemos liquidez inmediata y podemos traspasarlo de unos a otros hasta que decidamos que necesitamos ese dinero.
Evidentemente hay otro tipo de productos, como son los planes de pensiones, pero conocemos la problemática que tienen. Es decir, hay una limitación de aportaciones. No es que no me pueda deducir más de 8.000 euros anuales es que no puedo aportar más. Alguien que quiera aportar más debería aportar en su fondo 8.000 euros y el resto en otros productos. El segundo problema con los planes de pensiones es la liquidez: hasta que no pasen 10 años no podemos utilizar ese dinero, salvo contingencias previstas, como son jubilación, fallecimiento o invalidez.
Hay otros productos como los seguros de vida, que en el caso del vida ahorro ha sido históricamente un producto destinado a la jubilación, a generar un patrimonio de cara a una necesidad futura. El problema que tenemos es que el seguro clásico, al no haber tipo de interés, no es atractivo. Las primas generalmente invierten en deuda pública y sabemos que los bonos de Estado suelen ofrecer una rentabilidad de entorno al 1,5%. No suele ser atractivo, puesto que los clientes ven que hay otros productos más rentables.
Eso evoluciona hacia el concepto unit linked, donde sí podemos elegir otro tipo de cestas de inversión y, por tanto, de retornos esperados. Pero en este caso ya no hay garantía de capital.
¿Deberíamos buscar otro tipo de productos u otra forma de invertir en España?
Sobre todo una manera más financiera. El ahorro medio europeo está en un 85% en productos financieros y aquí incluyo fondos, seguros, planes, acciones, bonos… y un 15% en inmobiliario. En España se produce la situación inversa: el 85%-90% está en ladrillo y el 10% en activos líquidos y dada la evolución prevista, posiblemente nos vamos a frustrar, porque vamos a tener bienes caros, porque al fin y al cabo la vivienda está sometida a una serie de impuestos a los que no está sometido un producto financiero, y que cuando la quieras vender te van a decir que sí, pero no a 100, sino a 70.
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