Por José María Revello de Toro, Director del Máster en Corporate Finance y Banca de Inversión.
Hace algo más de 30 años nació en las escuelas de negocios americanas (Stanford, Harvard) una nueva modalidad de inversión que conjugaba lo que llamamos emprendimiento con la búsqueda de elevadas rentabilidades, después extendida a Europa incluyendo también a España. Este emprendimiento no es el que hoy se asocia en muchos casos a la creación de nuevas sociedades en segmentos de mercado de gran potencial de crecimiento, conocidas como start-up, sino el comprar, dirigir y desarrollar más y mejor, empresas ya establecidas que por algún motivo necesitan o les encaja un recambio accionarial. La elevada rentabilidad esperada está asociada precisamente con el impulso, el crecimiento y las mejoras de la gestión que se harán.
Esta forma de inversión se puede visualizar como un engranaje con tres ruedas dentadas que deben encajar bien y sincronizar su movimiento: el emprendedor, el conjunto de inversores y la empresa objeto de compra. Las tres deben tener unas características apropiadas para que ruede bien esta modalidad conocida como search fund.
El emprendedor es típicamente un joven profesional con buena formación, digamos un MBA, algunos años de experiencia laboral y habilidades en el campo del liderazgo, la seducción, el análisis y la negociación. Durante un tiempo tasado, digamos dos años, se dedica activamente a buscar la empresa objeto de la transacción, analizando bases de datos, pateando polígonos industriales y hablando y negociando con empresarios. No siempre la búsqueda se materializa en inversión, pues con buen criterio no toda empresa vale a estos propósitos. La estadística se puede situar en un 60%-70% de casos de éxito. En caso de éxito el emprendedor pasa a ser el primer ejecutivo de la sociedad, aunque por prudencia durante un tiempo dirige el día a día sin tomar decisiones estratégicas de mayor calado. Al cabo de unos años puede llegar a tener hasta un 25% de la empresa.
Los inversores son particulares o fondos especializados que financian al vehículo específico creado por el emprendedor y destinado a la búsqueda primero, y eventual compra después, de la empresa que se considera adecuada. El proceso de search fund tiene dos fases: se constituye primero un capital inicial para financiar la búsqueda, que puede rondar los 300.000 euros, y después se amplía en una segunda fase, si fuera el caso, al capital de adquisición por un importe bastante mayor donde no tienen por qué figurar todos los inversores iniciales. Los inversores tienen un papel activo de asesoramiento y respaldo al emprendedor de acuerdo a su experiencia y relaciones empresariales, pudiendo formar parte del Consejo de Administración de la sociedad adquirida.
La empresa objeto de la compra debe cumplir unos criterios estrictos, como crecimiento, alta generación de caja, pocas necesidades de inversión e ingresos recurrentes, que aseguren una gestión con éxito al emprendedor, y además un pequeño tamaño en términos de EBITDA, entre 1 y 3 millones de euros, que la aparta del radar de la inversión más tradicional de los fondos de Private Equity, aunque luego cuando crezca les pueda resultar muy apetecible. Este tipo de pyme rentable existe y sus accionistas a lo mejor no han reflexionado sobre su posible venta, por lo que pueden ser ‘tentados’ por un emprendedor hábil y con conocimientos, que venga a ser una solución de continuidad adecuada cuando no haya herederos o sucesores y que se gane su confianza. Es también factor de éxito el precio de la compra, con múltiplos EBITDA, de 4x – 6x, razonables y moderados, permitiendo una mejor rentabilidad a la salida de la inversión.
Con relación a un fondo de Private Equity hay diferencias notables, algunas ya relacionadas y que se resumen en que el search fund concentra su inversión en una única empresa y no en un conjunto amplio (8 ó 10), el tamaño de la empresa es menor, su proceso de búsqueda y gestión es más intensivo, habiendo una mayor permanencia temporal en su capital, existe un menor nivel de apalancamiento en la financiación de la compra y como colofón, su rentabilidad puede ser bastante superior, en términos de TIR la media de las inversiones supera el 30%, cifra que se puede explicar por los riesgos mayores asumidos en la búsqueda, el precio de compra a menores múltiplos y la gestión intensiva durante un mayor tiempo. En definitiva, la modalidad search fund resulta muy atractiva.
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