¿Puede el mercado soportar la estrategia de reservas de bitcoin en EE.UU?

Por Carlos Salinas, profesor del Máster en Blockchain e Inversión en Activos Digitales.

En un anuncio sorprendente, Donald Trump ha revelado su intención de que Estados Unidos adquiera hasta un millón de Bitcoin (BTC) para integrar a las reservas estratégicas del país en los próximos cinco años. Este plan, ambicioso y sin precedentes, plantea una pregunta fundamental: ¿puede el mercado de Bitcoin, tal como está estructurado actualmente, absorber una compra de esta magnitud? Para ponerlo en contexto, este volumen sería casi cinco veces el tamaño del ETF de Bitcoin de BlackRock, que ya ha sido considerado un éxito rotundo en términos de captación de BTC.

El interés del gobierno estadounidense en acumular Bitcoin para sus reservas no solo apunta a la creciente relevancia de las criptomonedas, sino también a un potencial cambio de paradigma en la economía global, donde Bitcoin podría consolidarse como una reserva de valor estratégica. Sin embargo, una compra tan significativa alteraría la oferta y la demanda del mercado de BTC, con implicaciones tanto para grandes instituciones como para pequeños inversores. A continuación, exploramos cómo está distribuido el Bitcoin entre autocustodia, exchanges y bancos tradicionales, y las posibles dificultades para satisfacer una demanda de esta envergadura.

El interés del gobierno estadounidense en acumular Bitcoin apunta a un potencial cambio de paradigma en la economía global, donde Bitcoin podría  consolidarse como una reserva de valor estratégica.

Autocustodia: Un refugio para los pequeños inversores

Una parte significativa de Bitcoin se encuentra en autocustodia, especialmente en manos de pequeños inversores que optan por mantener control directo sobre sus activos. De acuerdo con datos recientes, las wallets con balances de entre 1 y 10 BTC suman un valor total de 40.300 millones de dólares y representan 165,174 wallets, lo que ilustra cómo muchos usuarios han adoptado la filosofía de “not your keys, not your coins”.

Esta distribución en autocustodia proporciona al ecosistema Bitcoin una base descentralizada, reduciendo la concentración del activo en pocas manos. Sin embargo, en caso de una compra masiva de BTC por parte de un gobierno o grandes fondos, la disponibilidad para pequeños inversores podría verse limitada, afectando la accesibilidad del activo.

Exchanges y Custodios: concentración de liquidez y doble contabilización

En el ámbito de los exchanges y custodios centralizados, Arkham Intelligence reporta que una gran parte de BTC se concentra en manos de las principales plataformas, que proveen la liquidez necesaria para el mercado. Algunos de los balances más destacados incluyen:

•     Coinbase: 973,694 BTC (aproximadamente 85.250 millones de dólares)

•     Binance: 656,571 BTC (57.490 millones de dólares)

•     BlackRock: 442,026 BTC (38.700 millones de dólares)

•     Fidelity Custody: 288,673 BTC (25.270 millones de dólares)

•     Gobierno de EE.UU.: 204,961 BTC (17.950 millones de dólares)

Estos custodios centralizados permiten una mayor facilidad en las transacciones y liquidez para los inversores, pero también presentan riesgos de doble contabilización. En algunos casos, una entidad utiliza un exchange o custodio externo, lo que puede llevar a que los BTC se registren tanto en los balances de los custodios como en los de las instituciones propietarias. Este fenómeno puede dificultar la transparencia y exactitud de los datos del mercado, especialmente si el gobierno estadounidense empieza a adquirir grandes cantidades de BTC.

Bancos tradicionales: una nueva alternativa de custodia para bitcoin

En paralelo, el avance de la regulación en Europa está facilitando que los bancos tradicionales ofrezcan servicios de custodia de Bitcoin. Esto representa una alternativa interesante para pequeños inversores que aún no tienen BTC, ya que proporciona un entorno regulado y seguro para mantener sus activos. Al ofrecer la confianza y solidez de una entidad bancaria, los bancos tradicionales están posicionándose como una opción viable frente a la autocustodia y los exchanges.

Con una compra masiva de BTC por parte de Estados Unidos en el horizonte, esta opción de custodia bancaria podría ganar aún más relevancia. La intervención de los bancos permitiría gestionar y almacenar BTC de manera segura y eficiente, abriendo una vía adicional para satisfacer la demanda institucional y reducir el impacto en el mercado abierto.

Desafíos para el gobierno de EE.UU. y posibles impactos en el mercado

Dado el panorama actual, satisfacer la demanda de un millón de BTC podría ser extremadamente complejo sin generar un impacto significativo en el precio y en la estructura de oferta y demanda del mercado. Incluso con la entrada de los bancos tradicionales como custodios, la magnitud de una compra de estas características podría llevar a una competencia sin precedentes entre inversores institucionales y minoristas.

Además, la limitada disponibilidad de BTC en autocustodia y la concentración de BTC en pocos exchanges y custodios dificultarían el acceso continuo al activo para los nuevos inversores. Esta situación podría incentivar una mayor presión de compra, encareciendo el BTC y limitando su accesibilidad para inversores más pequeños.

Para finalizar, la distribución de Bitcoin entre autocustodia, exchanges y bancos tradicionales evidencia la evolución del ecosistema y la creciente integración de BTC en el sistema financiero global. Mientras que la autocustodia mantiene la esencia descentralizada de Bitcoin, los exchanges y bancos tradicionales aportan liquidez y estabilidad, aspectos críticos para una demanda institucional de la magnitud que plantea el gobierno de EE.UU.

Si actores como el gobierno estadounidense inician compras masivas, el mercado de BTC experimentaría una transformación profunda, lo que subraya la importancia de entender las opciones de custodia y distribución actuales. En este contexto, los bancos tradicionales pueden jugar un rol clave al ofrecer custodia regulada y facilitar el acceso seguro a BTC en una economía cada vez más digitalizada y con una demanda creciente de activos alternativos.

Tribuna publicada en Funds People.