Antonio Herráiz Molina es director del Programa de Innovación y Tecnología Financiera del IEBEl sector financiero se está transformando y la palabra ‘Banco Digital’ suena cada vez más fuerte en los comités de dirección de las principales entidades financieras del país. Del discurso y la comunicación se está pasando a los cambios organizativos y la ejecución, síntoma de que la convergencia a la banca digital ya esta en marcha y no hay vuelta atrás. La experiencia del cliente, la transformación del negocio y la creación de una nueva cultura interna digital son los tres retos que definen esta nueva época, el denominado ‘ABC’ de la Banca Digital.La ‘A’ es el ‘Cliente’, el actor principal que está promoviendo este cambio y que está impulsando a las entidades financieras a satisfacer sus nuevas necesidades de una forma conveniente. La rápida adopción del smartphone ha provocado un cambio en los comportamientos y las necesidades de los clientes, que todavía la banca no ha sido capaz ni de satisfacer ni de rentabilizar. La banca, a pesar de tener todos los datos sobre los clientes que otros sectores quisieran tener, no está siendo capaz de utilizarlos para ofrecerles productos personalizados de la forma adecuada.El ‘Negocio Bancario’ es la ‘B’. Resalta la necesidad de transformar los modelos de negocios tradicionales a nuevos modelos digitales más eficientes y la necesidad de aprender a vender en canales digitales. No sólo va a ser suficiente con poner accesible un producto tradicional como un depósito a través del móvil, sino que va a ser necesario aprender a crear nuevos productos digitales que compitan con los productos financieros lanzados por los nuevos competidores del sector como Google, Apple o Paypal.La ‘C’, pero no por ello menos importante, es la transformación interna de la organización y la necesidad de crear una ‘Cultura Digital’. Es una tarea difícil para un sector tan tradicional, pero es la principal palanca para poder obtener las capacidades que permitan mejorar la experiencia del cliente y obtener beneficios en la cuenta de resultados del área digital.Lo que sí es una realidad es que el panorama competitivo ha cambiado. Los nombre de Paypal, Google o nuevas start-ups como Kantox han pasado del anonimato a jugar un lugar relevante en el sector financiero. Por ello, las entidades financieras han reaccionado y las palabras digital, innovación y tecnología ya han escalado al nivel de presidencia en los últimos cambios estructurales realizados en la banca.¿Será la banca capaz de utilizar la información para hacer realmente la vida más fácil a los clientes? ¿Cambiará la tecnología distribuida del Bitcoin las reglas del sistema financiero? ¿Se consolidará el Crowlending un motor de financiación para el resurgir de las pequeñas empresas? Estas son sólo algunas de las preguntas por responder en el nuevo contexto digital. Las cartas ya están sobre la mesa de los comités de dirección, sólo queda esperar y ver en los próximos meses cómo cada jugador mueve sus fichas en la partida por liderar ‘la era de la Banca Digital’.
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