El próximo 24 de febrero se cumplirá el primer aniversario de la guerra de Ucrania. El consenso generalizado entre los analistas geopolíticos y los servicios de inteligencia es que Rusia prepara una nueva ofensiva, con centenares de miles de soldados. Sin embargo, no está claro que estas tropas dispongan de los suministros, el apoyo logístico, el adiestramiento y la moral suficiente para marcar una diferencia en un frente que se extiende a lo largo de mil kilómetros. Todo ello, mientras ambos bandos afrontan problemas de suministros y, especialmente, de munición de artillería.
Actualmente, la guerra ha entrado en una nueva fase de incertidumbre. Kiev ha perdido el momentum, pasando a la defensiva. Rusia está recrudeciendo sus ataques, pero a costa de sacrificar miles de soldados para ganar unos pocos cientos de metros por semana en puntos concretos del frente que no tienen valor estratégico. La OTAN ha prometido el envío de armamento avanzado que podría tardar semanas o meses en ser desplegado, al igual que las decenas de miles de soldados que se entrenan en otros países. Mientras tanto, algunos medios especulan con la posibilidad de una segunda movilización en Rusia.
¿En qué punto se encuentra la guerra de Ucrania? ¿Nos dirigimos hacia una escalada inevitable del conflicto o hacia un estancamiento propio de la Primera Guerra Mundial? ¿Es previsible algún evento que vaya a decantar el rumbo de la guerra a lo largo de 2023? ¿Podemos esperar algún tipo de resolución pacífica antes de fin de año?
Tertulia en Negocios TV con: José María Viñals, socio de Squire Patton Boggs y director del máster en relaciones internacionales del IEB; Fernando Moragón, experto en geopolítica especializado en Rusia, Asia central y China; y Antonio Alonso Marcos, profesor adjunto de historia del pensamiento de la universidad CEU San Pablo. Las opiniones de los profesores son personales y no representan la visión del IEB como centro de estudios.
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