Europa está imponiendo su décimo paquete de sanciones a Rusia para minar su economía, mientras le compra millones de euros en gas diariamente. Un tipo de ambigüedad que es muy común en la guerra de los despachos, según José María Viñals, socio de Squire Patton Boggs y director del máster en Relaciones Internacionales del IEB.
Una situación que está llevando por un lado a los países de la UE a aumentar su gasto militar, mientras por otra parte Bruselas sigue teniendo la esperanza de poner fin al conflicto en la mesa de negociaciones. Mientras tanto, existen dudas sobre el impacto real de las sanciones. El hecho de que Rusia lleve meses ocultando algunos de sus principales datos económicos , mientras quema sus reservas de divisas extranjeras para sostener al rublo, apuntan a que su economía se está resintiendo mucho más de lo que el Kremlin deja entrever.
Sin embargo, parece poco probable que estas sanciones vayan a frenar la guerra, ya que Moscú tiene en principio garantizada la financiación del conflicto para todo 2023, y el aumento de la demanda de combustibles fósiles por parte de China, India y Turquía está contribuyendo a paliar notablemente el efecto de las sanciones, que a su vez tienen un efecto boomerang sobre Europa.
¿Podremos ver una paz pactada a lo largo de este año? ¿O nos dirigimos a un escenario como el de la Primera Guerra Mundial, con una guerra de trincheras en la que la escasez de municiones y las dificultades económicas de los bandos implicados no bastó para frenar los combates?
Entrevista a José María Viñals en Negocios TV. Las opiniones políticas de los profesores son personales y no representan la visión del IEB, centro de estudios cuya prioridad es la formación y empleabilidad de sus alumnos.
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