En los últimos años, las empresas españolas se han enfrentado a una gran incertidumbre relacionada con la evolución de los mercados de divisas. El impulso a la internacionalización llevado a cabo por la empresa española, a lo largo de la última década, ha resultado ser uno de los motores fundamentales que han permitido reequilibrar nuestra economía, mostrándonos al exterior como un país que ha podido subsanar sus desequilibrios fundamentales y mirar hacia el futuro con una sólida base de crecimiento y posibilidades de generación de empleo.
Las compañías han avanzado en la gestión de este tipo de riesgos, sin embargo, aún existen retos. Según la Encuesta de Gestión de Riesgo de Tipo de Cambio a Empresas Españolas 2017, elaborada por EY y el IEB, el mayor reto en este terreno es, precisamente definir una estrategia clara para protegerse frente a la volatilidad del mercado de divisas. En concreto, para el 47% de las empresas de la muestra, uno de los retos es establecer un objetivo definido y claro para la gestión del riesgo de tipo de cambio. Se trata del reto más seleccionado por las empresas, el cual puede considerarse como muy significativo. Si no se tiene un objetivo claro en la gestión de riesgo de tipo de cambio, es más complejo plantear una política de gestión adecuada. Más aún, es complejo analizar a posteriori si dicha política ha cumplido con los objetivos marcados (debido a que estos no están definidos de forma clara).
El segundo reto por importancia es el relacionado con la mejora de la información financiera para la toma de decisiones (41%), esto es, información acerca de la exposición, de su sensibilidad, cómo afecta a las magnitudes contables, etc. También es un reto muy significativo debido a que uno de los principios básicos para llevar a cabo una gestión adecuada del riesgo de tipo de cambio es tener una información lo más completa, actual y clara posible, que permita la toma de decisiones. Este reto está relacionado con el entendimiento de la exposición real al riesgo de tipo de cambio del grupo (36%).
Los demás retos son la mejora de los sistemas y herramientas de gestión (36%), la aplicación de la contabilidad de coberturas (24%) y el hecho de que la Dirección sea consciente de la exposición al riesgo de tipo de cambio del Grupo (24%). Destaca la mejora de la formación de la empresa dedicada a la gestión del riesgo de tipo de cambio (16%).
Destaca el hecho de que contratar al personal adecuado para llevar a cabo la gestión del riesgo de tipo de cambio solamente lo haya seleccionado un 1% de las empresas de la muestra. Lo que refleja que las empresas son conscientes de la importancia de contar con profesionales cualificados para gestionar productos derivados.
La gestión de la incertidumbre es un nuevo grado de especialización que se exige a la Dirección Financiera de una compañía, y dentro de este campo, la gestión del riesgo de tipo de cambio es un aspecto clave ante las implicaciones que puede tener sobre los beneficios de la empresa, implicaciones en la liquidez así como en la propia contabilidad.
Actualmente, IEB ofrece el único master en España especializado en productos derivados, impartido por directivos de instituciones financieras, analistas, traders y profesionales del ámbito de las opciones y futuros financieros. El master tiene un enfoque eminentemente práctico, por lo que los alumnos cuentan con un simulador online con más de 15.000 activos de 15 mercados.
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