Guía básica para entender cómo hay que analizar una emisión de deuda

Por Aurelio García del Barrio, director del MBA con especialización en Finanzas.

En primer lugar, debemos clarificar qué es la prima de riesgo. Es el sobreprecio que exigen los inversores por comprar la deuda de un país frente a la alemana, cuyo precio es el que se utiliza como base o referencia ya que está considerada como la más segura y es menos propensa a sufrir bandazos en función de factores coyunturales o puntuales -crecimiento, déficit…-.

En términos generales se puede traducir por cuánto dinero es necesario para que los compradores dejen de lado sus temores y olviden el riesgo que conlleva entrar en la deuda de los países señalados por los problemas arriba mencionados de déficit o escaso crecimiento. La razón de este rechazo es que, si el inversor sospecha que no entra dinero en las arcas del Estado o no el suficiente, tampoco habrá fondos para pagar a quienes adquirieron su deuda.

¿Cómo se fija la rentabilidad de los bonos?: Qué es la rentabilidad de la deuda de los países y cómo se fija. El Estado realiza sus emisiones a través de subastas en el mercado primario de deuda soberana a un precio -interés- que varía en función de la demanda o el plazo de vencimiento de los títulos, pero que no cambia a lo largo de su vigencia. Los títulos pueden ser a corto (3, 6, 12 o 18 meses) o largo plazo (3, 5, 10, 15 o 30 años), pero cuanto mayor es, los inversores exigen más rentabilidad, ya que no van a volver a disponer de su dinero hasta que concluya este tiempo y necesitan un buen incentivo para tomar la decisión. Los principales compradores de los títulos son los llamados inversores institucionales: bancos y grandes fondos de inversión.

¿De qué depende?: En momentos como los actuales, cuando los inversores priorizan la seguridad, aumentan las solicitudes para entrar en la deuda alemana, considerada como refugio ya que hay una sólida confianza en que pagará religiosamente pase lo que pase. Por este motivo, ante la abultada demanda, baja el interés de sus bonos. Si por ejemplo el tipo estuviera en un 2,4% significaría que por cada 100 euros de deuda alemana a este plazo, el comprador recibe 2,4 euros anuales hasta que, una vez cumplidos 10 años, se le devuelva el 100% de su inversión.

Los mercados globales son realmente una gran red interconectada. Frecuentemente vemos que los precios de las materias primas y los futuros impactan los movimientos de las divisas, y viceversa. Lo mismo ocurre con la relación entre las divisas y el margen de rentabilidad de los bonos que nos muestra la diferencia entre los tipos de interés de los países.

El precio de las divisas puede influir en las decisiones de política monetaria de los bancos centrales de todo el mundo, pero las decisiones de política monetaria y los tipos de interés también pueden dictar la acción de los precios de las divisas. Por ejemplo, una moneda más fuerte ayuda a contener la inflación, mientras que una moneda más débil impulsará la inflación. Los bancos centrales aprovechan esta relación como un medio indirecto para gestionar eficazmente las políticas monetarias de sus respectivos países.

Al comprender y observar estas relaciones y sus patrones, los inversores tienen una ventana hacia el mercado de divisas y, por lo tanto, un medio para predecir y capitalizar los movimientos de las divisas.

Sin embargo, es difícil para los inversores individuales enviar dinero de un lado a otro entre cuentas bancarias de todo el mundo. El diferencial minorista sobre los tipos de cambio puede compensar cualquier rentabilidad adicional que estén buscando. Por otra parte, los bancos de inversión, los fondos de cobertura y los inversores institucionales generalmente tienen la capacidad de acceder a estos mercados globales y la influencia para controlar unos márgenes bajos.

Como resultado, desplazan el dinero de un lado a otro en busca de los rendimientos más altos con el riesgo soberano más bajo (o riesgo de incumplimiento). Cuando se trata del resultado final, los tipos de cambio se mueven en función de los cambios en los flujos de dinero.

 

Tribuna publicada en Funds People