Rodrigo García de la Cruz es profesor del IEB Según las palabras de Milton Friedman, “sólo una crisis –real o percibida– da lugar a un cambio verdadero. Cuando esa crisis tiene lugar, las acciones que se llevan a cabo dependen de las ideas que flotan en el ambiente”. Tras esta crisis internacional, se van a modificar muchas cosas. Entre ellas, todo lo referente a la financiación de empresas y particulares. España ha sido un modelo casi único a nivel mundial en financiación. Durante la época dorada del 2003 al 2008 casi se triplicó la financiación a empresas, es decir nos “sobreapalancamos” más que ningún otro país del G20. Esta “fiesta crediticia” a tipos realmente muy competitivos desincentivó la búsqueda de alternativas de financiación, basando el 95% de la financiación en bilaterales bancarios en el caso de las PYMES. Y si comparamos la situación con otros países queda patente hasta donde hemos llegado: Inglaterra solo depende de sus bancos en un 35%, Francia en un 45%, Alemania en un 55% y EEUU en un 30%.Desde el comienzo de la crisis ya se han reducido unos 200.000 millones de euros de financiación a las empresas, la gran mayoría en al sector inmobiliario. Pero la tendencia sigue, solo el año pasado los créditos a empresas sufrieron un severo ajuste superior al 8%. Y los pocos préstamos de las entidades financieras son consumidos por la deuda pública, limitando su acceso a las empresas.El Banco de España y el BCE han justificado la falta de crédito como una combinación de tres factores: demanda de crédito no solvente, limitada demanda de crédito solvente y menor oferta de crédito. Es muy difícil que una entidad financiera incremente sus provisiones, reduzca su morosidad, incremente su capital, reduzca sus riesgos e incremente los créditos, todo a la vez. Más que difícil, diría yo, imposible.Existe un hueco de financiación que debe ser cubierto. El autónomo y la micropyme deben focalizarse en los microcréditos (hasta 25.000 euros), el capital semilla y los Business Angels. Para la pequeña y mediana empresa existe un interesante abanico que deben empezar a muestrear. Aparte de la financiación bancaria, tendríamos las nuevas vías de financiación Peer to Peer como son el Crowdlending. Por otro lado se espera que el Capital Riesgo, que según los últimos datos en 2012 movió un volumen de inversión de 2.472 millones de euros invertidos en 543 operaciones, mejore su volumen de inversión con la ayuda del ICO en 2014.Pero los mercados que realmente deben desarrollarse son los Mercados Alternativos de Financiación. Actualmente existen básicamente dos posibilidades: la salida a bolsa a través del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) y la emisión de bonos y pagarés de renta fija a través del nuevo Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF). En el caso de la bolsa, España tiene un gran recorrido ya que solo contamos con apenas 150 compañías cotizadas. Corea del Sur, con una población similar, cuenta con 1.800 cotizadas.Por el lado de las emisiones de deuda, el MARF podría levantar hasta 1.000 millones de euros en su primer año de funcionamiento. Y es que es un mercado en el que todos ganan: los emisores porque encuentran nuevas vías de financiación, los inversores porque compran deuda corporativa con rentabilidades bastante aceptables e incluso los bancos que pueden ganar comisiones sin utilizar su balance al estilo de la banca de inversión.Pero lo más importante es acometer cuanto antes este cambio de modelo de financiación para mejorar la diversificación de fuentes de apalancamiento y que los departamentos financieros se especialicen en este aspecto. Es básico para la recuperación de nuestro país inyectar gasolina al motor económico, motor compuesto por cientos de miles de empresas que son las que pueden contratar y reducir el desempleo, la base para el cambio del ciclo económico
Un comentario de “Hacia nuevos modelos de financiación”
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Gracias Rodrigo por tu labor de promover todas las iniciativas de financiación alternativa a la bancaria. Sin embargo, creo que todavía se está tratando el crowdlending de una forma equivocada, confundiéndolo con el crowdfunding de proyectos start-up, culturales o sociales.El crowdlending, mediante plataformas como LoanBook, que en 3 meses ya ha canalizado una docena de créditos a pymes solventes, por un total de 700.000 euros, es una forma de financiar tanto la actividad recurrente (circulante) como nuevas inversiones de la mayoría de pymes que conforman el tejido empresarial español. Somos una alternativa más a las líneas de crédito y los préstamos que las pymes han venido obteniendo en exclusiva de los bancos, en un proceso ágil y transparente. Por el lado del inversor, éste encuentra un nuevo activo, el crédito a pymes, que es muy diversificable, con una buena rentabilidad y, especialmente para crédito circulante, con una pérdida esperada realmente baja, lo que convierte a este nuevo activo en mucho más atractivo que la deuda corporativa a largo plazo.