La banca privada redefine su destino

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Hubo un tiempo en el que la banca privada era un paraíso de rentabilidad y exclusividad. Pero hoy, al igual que el conjunto de la industria financiera, afronta retos inesperados que la están obligando a redefinir su modelo de negocio. La regulación, la innovación tecnológica y las preferencias de los clientes configuran una etapa complicada para un negocio cuyos márgenes van menguando. Sin embargo, hay un dato alentador: el número de clientes no deja de crecer. Los ricos son cada vez más ricos y más numerosos.

Por otro lado, la reciente entrada en vigor de MiFID II introducirá cambios significativos en el desarrollo del negocio, aunque no hay unanimidad en que pueda dañar a su rentabilidad. “La transparencia regulatoria y el aumento de todas las exigencias regulatorias suponen sin duda un coste para el sector, que en muchos casos se intentará trasladar a los clientes, pero pensamos que se va a traducir en una caída de márgenes en el sector de la banca privada, señala Jorge Coca, subdirector del programa de Gestión Patrimonial Familiar y fundador y director general en WealthSolutions, EAFI.

“En nuestro caso trabajamos con un escenario de caída de márgenes de por lo menos el 20-30% en el sector, si no algo superiores. La inversión enorme en tecnología va a ser necesaria para mejorar estos márgenes (sobre todo en la parte regulatoria y operativa) pero no será suficiente para hacer el negocio viable”.

 

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