El cambio climático no es una teoría, sino una realidad que amenaza con provocar enormes costes tanto ambientales como económicos. Para minimizar este impacto, los 195 países firmantes del Acuerdo de París han asumido el desafío de descarbonizar sus economías. Esta transformación será costosa y supondrá un gran reto, pero también representa una oportunidad, en especial para el sector financiero. Por una parte, por la posibilidad de financiar proyectos vinculados a las energías renovables, que solo entre 2010 y 2016 atrajeron inversiones por valor de 263.000 millones de dólares, según estimaciones de BBVA Research. Y por otra, por el creciente interés hacia productos ligados con la sostenibilidad: las emisiones de bonos verdes a nivel global podrían crecer un 60% este año, hasta los 250.000 millones de dólares, según las previsiones de la Climate Bond Initiative.
Desafortunadamente, aún existe una notable carencia de vías de formación para que los profesionales del sector aprendan a afrontar los retos y explotar las oportunidades de esta transformación. Por ello, nuestro Centro de Estudios sigue apostando por su programa directivo de Finanzas para la Sostenibilidad y el Cambio Climático, cuya segunda edición comenzó ayer. Pablo Cousteau, Director de programas especializados, dio la bienvenida a los nuevos alumnos, agradeciendo la confianza depositada en el centro de estudios; y destacó que este programa es una apuesta a largo plazo. Por su parte, Manuel Gómez Gutiérrez-Torrenova, presidente y CEO de Avangreen, así como director del programa, se encargó de la introducción, destacando el carácter práctico del programa.
El acto contó con la presencia de Valvanera Ulargui, Directora General de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), quien impartió una breve conferencia a los asistentes. En su intervención, recalcó la importancia del Acuerdo de París, en el que los países firmantes «reconocieron que el actual modelo de crecimiento no es sostenible a largo plazo» y «dijeron sí a un nuevo modelo, basado en la descarbonización de la economía global». No obstante, este pacto no pide «un cambio de la noche a la mañana», sino el compromiso de promover todas aquellas actuaciones que ayuden a reducir las emisiones y mitigar así el impacto del cambio climático.
Ulargui señaló que este compromiso sigue creciendo, pese a algunas noticias como la decisión de Donald Trump de dar la espalda al Acuerdo de París. De hecho, tras este anuncio 20 de los 50 estados de EE. UU., cerca de 100 ciudades y más de un millar de compañías reafirmaron su determinación a cumplir los objetivos acordados en materia de sostenibilidad. También recalcó la importancia de este movimiento, ya que estas compañías representan más del 53% del PIB del país.
En este sentido, la Directora General de la OECC afirmó que la lucha contra el cambio climático va más allá de las políticas ambientales. Especialmente, ante los ambiciosos objetivos fijados tanto por el Acuerdo de París, como por la propia UE, que para 2030 aspira a reducir en un 40% sus emisiones de CO2, respecto a 1990. «Sin el sector financiero no podremos alcanzar los objetivos fijados». Finalmente, concluyó que «el sector financiero tiene que jugar un papel muy importante en España», ya que para descarbonizar la economía «se necesita innovación y tecnología, pero también inversión».
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