Por José María Revello de Toro, director del Master en Corporate Finance y Banca de Inversiones del IEB.
Hoy quiero hacer una metáfora entre dos campos de actividad bien distintos: la milicia y las finanzas. Aparentemente, poco tienen que ver, y así es, pero con un poco de imaginación podemos asimilar a las distintas armas militares con las distintas especialidades de las finanzas.
Existen cuatro armas en el ejército de tierra: infantería, caballería, artillería e ingenieros. Pero las dos primeras son las que se remontan al amanecer de los tiempos aunque la caballería clásica, es decir con caballos, dejó de existir como tal a partir de la primera guerra mundial, cuando los equinos fueron sustituidos por vehículos acorazados.El peón o soldado de infantería era cualquier hombre con un arma, independientemente de su condición social, posición o formación militar. En cambio, el caballero era el aventajado del campo de batalla, en sus principios nobles o adinerados, que eran elementos decisivos de las luchas por su rapidez y fuerza de choque.
Como la caballería se enseñoreaba en los campos de batalla por su elegancia, potencia y capacidad, dentro del campo empresarial podemos decir que hay unas finanzas potentes y profundas que son las finanzas corporativas. Siguiendo con la metáfora, el peón es el mundo de cobros y pagos que trata de cuadrar las entradas y salidas de caja, y cubrir con financiación los desfases temporales. Se van complicando estas finanzas más básicas cuando tienen que calcular rentabilidades, negociar condiciones y controlar los recursos, aunque siempre en una esfera o campo de batalla limitado.
Cuando hay que dar profundidad y visión, optimizar el balance equilibrando los recursos con coste (deuda financiera y acciones) según los planes estratégicos, valorar sinergias y operaciones de crecimiento inorgánico, en una palabra, cuando se trata de crear valor de forma estable y sostenible a los accionistas, allí están esas finanzas señoriales que llamamos corporativas como queriendo subrayar su importancia en el mundo de las empresas.
Estas potentes finanzas se relacionan con la alta dirección y su interlocución es por lo tanto privilegiada, siendo su campo de batalla la estrategia. Por eso, los financieros que se dedican a ella son los que deben tener más formación y una mayor dedicación. Pero ojo, también tendrán su recompensa: una gran satisfacción profesional y, por qué no decirlo, una mejor retribución.
José María Revello es Director del Master en Corporate Finance y Banca de Inversiones del IEB, un programa único en Europa e Iberoamérica por su grado de especialización, con un enfoque práctico y un claustro integrado por profesionales y directivos con una larga experiencia en la industria. De hecho, el claustro de este master ha realizado el único master existente de Corporate Finance en español.
Artículo publicado originalmente en septiembre de 2013.
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