La distancia entre la rentabilidad del bono americano a 2 años y la del 10 años roza mínimos de más de una década, lo que hace que algunos expertos se fijen en el atractivo del título a corto plazo. Pero invertir en renta fija es tarea delicada en un momento en el que los bancos centrales están normalizando sus políticas monetarias. Algunos expertos advierten de que la pendiente de la curva de tipos va a ser más plana de ahora en adelante.
Javier Santacruz, profesor del IEB, explica cómo «el balance de fuerzas está ahora claramente orientado hacia una inflación muy moderada, pero hay que tener en cuenta que los tipos no son sólo inflación, y para que la curva tienda a aplanarse también debe producirse un frenazo en la actividad económica». No hay que olvidar que el ciclo ya es uno de los más largos que se recuerdan, y que, tanto la Reserva Federal estadounidense como el Banco Central Europeo, esperan una ralentización del avance del PIB para los próximos años: la Fed cree que en EEUU se pasará del 2,5 por ciento que estiman para este año, al 2,0 por ciento en 2020, mientras el BCE estima que el PIB de la eurozona pasará del 2,4 por ciento estimado para 2018, hasta el 1,7 por ciento en 2020.
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