El 20 de diciembre de 1996, el gobierno de José María Aznar anunció públicamente la venta del 20,9% de las acciones de Telefónica. 26 años después, el Gobierno de Sánchez comprará el 10% de las acciones de Telefónica, convirtiéndose en el principal accionista.
Aunque no es extraño que el Estado tome participaciones en empresas cotizadas a través de la SEPI, la operación suscita ciertos interrogantes acerca de la estrategia. ¿Se realiza con el propósito de preservar la organización de los Saudíes o para ejercer el control? ¿Responde a una estrategia de amplificación de lo público en detrimento de lo privado?
Los profesores Daniel Lacalle y Javier Santacruz analizan la operación en el podcast En la sabana, de El Español.
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