Vídeo: «si no se acometen reformas, el sistema de pensiones es insostenible»

Una de las preguntas que muchos españoles se hacen es si el sistema público de pensiones actual es sostenible de cara al largo plazo. El profesor Jesús Pérez analiza esta cuestión y qué posibles soluciones existen en esta entrevista con Dirigentes Digital.

 

¿Es sostenible el sistema público de pensiones a largo plazo?

Con las condiciones actuales demógraficas y laborales que tenemos en España es difícilmente sostenible si no se acometen importantes reformas. Pensemos que gran parte del éxito de España en los últimos 40 años ha sido el sistema público de pensiones, puesto que es un sistema muy redistributivo de la riqueza y que permite a las personas, una vez que dejan de trabajar , tener una vida digna y razonable.

A la hora de entender el sistema público de pensiones, pensemos que es un sistema de reparto. Y eso significa que son los aportantes, los trabajadores, con las cotizaciones mensuales tanto del trabajador como del empresario, quien financia a los mayores. Es decir, no hay huchas, no hay ahorros, no se puede decir que una persona tenga acumulado en su fondo de pensiones de la seguridad social tantos miles de euros.

De hecho, llevamos ya unos años donde el saldo es negativo. Es decir, el sistema de pensiones necesita transferencias vía impuestos de las administraciones públicas para poder pagar las dos pagas extras. Actualmente, solo se financian 12 de las 14 pagas con las cotizaciones regulares, y dos -las extras- necesitan aportaciones vía impuestos. Concretamente para este año, el Gobierno tiene presupuestados 15.000 millones aproximadamente para pagar este déficit.

Se estima que de cara a 2050 el gasto destinado a pensiones aumentará en torno a 4-6 puntos sobre el PIB ¿Qué lectura hacen de estas previsiones?

Efectivamente. Funcas publicó estos números hace breves días y es una estimación razonable, ya que a partir del año 2021 se jubilará de forma masiva la generación del baby boom. Es decir, los nacidos en los 60, 70 e incluso parte del 80. Aunque principalmente empezaría el grupo de los 60. Es mucha gente la que se va a jubilar en esos próximos 5-10 años. Y recordemos que su esperanza de vida media ronda los 20 años. Si proyectamos esto hasta 2050, claramente el gasto en pensiones va a aumentar.

Los porcentajes son razonables. Si lo traemos a valores de hoy, tenemos un PIB de 1,1 billones de euros y se estima un crecimiento del 5% de las pensiones, que sobre el PIB son 55.000 millones. Unidos a los 153.000 actuales del año 2019, nos vamos a 210.000 millones aproximadamente. Es más o menos el acople que hay entre incremento de población pasiva en las próximas décadas y el incremento de pensiones que se va a producir.

¿Qué soluciones puede haber para que el sistema público de pensiones funcione y que un ciudadano de a pie pueda tener una jubilación tranquila?

Con las condiciones que tenemos ahora mismo -demográfcas, laborales, etc- el sistema es difícilmente sostenible desde ya. Esto se irá agravando en el tiempo si no se acomenten medidas en profundidad. En mi opinión, hay algunas soluciones que se podrían tomar, sin ser mágicas, porque no podemos hacer un corte y decidir que desde ahora la aportación que hagamos los trabajadores sea para nuestra hucha particular, que sea un sistema privado de pensiones como ocurre en el mundo anglosajón. No podemos hacer eso, porque si no descabalgaríamos a la gente mayor y estamos hablando de una población enorme.

En cuanto a soluciones, lo primero es explicar claramente al ciudadano cómo funciona un sistema de reparto, qué capacidades tiene de entradas y de salidas. Si entendemos bien las reglas de juego, el ciudadano no se va a frustrar o no debería. Y eso le va a ayudar desde su juventud a acometer su ahorro de otra forma. Es decir, no concentrarlo tal vez todo por ejemplo en ladrillo. Porque pensemos una cosa: una pirámide demográfica invertida va a provocar que al final, conforme la gente vaya muriendo, se quede un parque móvil de viviendas enorme vacío, si se me permite la expresión. Oferta mayor que demanda incluso puede tener un efecto de caída en el precio de las viviendas. Quizá no en ciudades concretas, pero en general sí puede haber una presión a la baja.

Estamos hablando de que no haya unas entradas brutales de emigración que compense este agujero poblacional que tenemos. Eso sí, entradas de migración siempre que coticen de forma oportuna tanto en número como en cuantía, porque de lo contrario de poco sirve. Ya hemos visto la experiencia que tuvimos del 2000 al 2008, cuando vino mucha gente, pero si no encuentran el trabajo que desea se marcha, porque no tiene arraigo.

Primero explicar a la gente cómo funciona el sistema y qué puede esperar de él. Segundo, formar para que la gente pueda acudir a las entidades financieras a los asesores financieros o ellos mismos para que se autoformen y vean cómo tienen que ahorrar su dinero líquido, no realizar demasiadas concentraciones.

Y probablemente también bonificar fiscalmente el ahorro en aquellos productos, no necesariamente los planes de pensiones, que es actualmente lo que tenemos bonificado fiscalmente, sino otros productos. Si a alguien le interesa ahorrar a través de fondos de inversión o a través de una cartera de acciones o de bonos, pues si cumples unas condiciones, por ejemplo si estás más de 25 años ahorrarndo pues tiene bonificación fiscal oportuna para que tengamos un incentivo al ahorro. De lo contrario, vamos a primar siempre el corto plazo.