Por Juan Abellán, director del Máster en Mercados Financieros y Gestión de Activos.
Eliminar la regulación como la Ley Dodd-Frank, decidir que Basilea III no está hecha para bancos estadounidenses y rebajar el control y supervisión sobre estos bancos, tiene consecuencias. Con esto no quiero decir que las elevadas exigencias del regulador europeo, en el otro lado del péndulo, sean siempre las más acertadas, todavía tenemos demasiado reciente cuando el BCE eliminó temporalmente el reparto de dividendos de los bancos europeos, medida poco acertada, demasiado generalista, café para todos, y que hizo mucho daño en sus cotizaciones.
El problema de SVB era sencillo, poco sofisticado. El banco del Valle del Silicio, California, tiene centrado su negocio en empresas de tecnología y del sector salud y vida. El sector ha recibido enormes cantidades procedentes de rondas de financiación que no había utilizado, triplicando los depósitos de sus clientes en los dos últimos años.
La operación era sencilla, entra el dinero en el banco y éste lo invierte a largo plazo en bonos del tesoro de EE.UU. en un momento en el que los tipos estaban a cero, por tanto, incurriendo en un enorme riesgo de tipo de interés y sin realizar las pertinentes coberturas.
Una vez suben los tipos, los clientes demandan retribución en sus depósitos, pero los fondos están bloqueados en bonos sin rentabilidad a largo plazo que, si se venden, incurren en pérdida ya que fueron adquiridos al 1,79% de media y la venta ha de ser bajo la rentabilidad actual del 3,9%. Para solucionarlo, SVB opta por ampliar capital, pero el mercado rechaza la ampliación, esto alerta a los clientes que solicitan sus depósitos de vuelta, no hay dinero y el banco entra en una quiebra por liquidez.
No es una empresa o sector que colapse por la rápida subida de tipos. Es porque el decimosexto banco de EE.UU. no sabe hacer banca y el supervisor se lo permite.
La debacle del decimosexto banco de EE.UU. no es la caída de una caja rural de un pueblo mediano en medio del campo, como se nos ha hecho ver, es un tema serio en el que la FED se ha visto obligada a realizar una intervención inmediata. El rescate ha sido rápido y sencillo, crear un fondo para que los bancos, que sin su control han cometido errores de principiante, obtengan crédito contra estos bonos valorándolos a vencimiento.
Es decir, para evitar materializar la pérdida, la FED les adelanta el dinero sin la pérdida de valor de los activos. El tema es sencillo, pero no es una empresa o sector que colapse por la rápida subida de tipos, es porque el decimosexto banco no sabe hacer banca y el supervisor se lo permite.
Esta no-crisis nada tiene que ver con la de 2008 que, en EE.UU., fue producida por las subprime, no había nada en los títulos y la FED no supo verlo y nada tienen que ver con la crisis en España, producida por los 435.000 millones de euros que los bancos tenían en crédito promotor y constructor, sector que creció en España tanto como todo el PIB y que el Banco de España no lo supo ver.
No es el caso de hoy, en SVB, por lo menos, hay bonos del tesoro de EE.UU., por eso, una vez arreglado el entuerto volvemos a la casilla de salida. Es decir, al otro lado del charco moderación en la subida de tipos y a este lado todavía queda recorrido para luchar contra la gran bestia, la inflación.
Tribuna publicada en Estrategias de Inversión.
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