Alberto Moreno de Tejada es Subdirector del Executive Master in Responsible Banking del IEBDesde el pasado 2 de abril, el Chartered Institute for Securities & Investment (CISI) estableció como requisito previo para poder presentarse a las pruebas de cualificación profesional para brokers y traders en los mercados de capitales del Reino Unido, haber aprobado un examen de ética. Londres es, por tanto, el primer centro financiero mundial que establece un examen diferenciado de ética para profesionales del sector financiero. ¿Por qué éste requisito? Después de los numerosos escándalos acontecidos el pasado año en la industria financiera británica: Libor, blanqueo de dinero, abusos en los seguros de protección de pagos PPIs y swaps de tipos de interés, se extendió un sentimiento favorable a un cambio cultural en la banca británica. Martin Wheatley, jefe del nuevo regulador financiero, se congratuló por la introducción de un examen de ética: “la industria de los servicios financieros necesita restaurar la confianza del consumidor, e implantar unos elevados estándares de conducta ética es crucial para hacerlo posible” (Financial Times, “Would-be brokers must take ethics test” 1/4/2013).Pero, ¿para qué un examen? El examen online consiste en una serie de escenarios donde el candidato debe resolver satisfactoriamente los dilemas éticos planteados. La inmensa mayoría de los candidatos que se presentaron voluntariamente al examen en los últimos años aprobaron. El objetivo del examen no es tanto predecir buenas conductas sino transmitir desde el primer momento una sensibilidad y conciencia sobre los dilemas éticos de la industria y la importancia de resolverlos correctamente. Se busca, en definitiva, que todos los candidatos entiendan que la industria demanda profesionales éticos y que ésta cualidad es tan importante como la competencia profesional.¿Y en España? Desde ningún organismo regulador ni desde la propia industria se exige actualmente un examen de ética. Sin embargo, la sociedad española, al igual que la británica, demanda un cambio radical en la cultura de nuestros bancos e instituciones financieras. En los barómetros del CIS de 2012, los españoles colocaron a la banca como uno de los principales problemas del país. Un examen de ética tendría una doble finalidad. La primera hacia la sociedad, con el objetivo de recuperar la confianza de los consumidores, ciudadanos y clientes de bancos en los profesionales del sector, que son quienes representan a la industria con su quehacer diario: los principales agentes del cambio cultural. La segunda hacia la propia industria, con el fin de concienciar a las organizaciones y profesionales de la necesidad de seguir los más elevados estándares de integridad en la prestación de servicios financieros. El examen contribuiría a unificar criterios, compartir actitudes y generar una cultura de buenas prácticas desde los inicios de la carrera profesional. Serviría como mecanismo de socialización de los valores de la industria respaldados tanto por sus organismos reguladores como por sus miembros.En el Reino Unido se ha dado la bienvenida al examen de ética como un pequeño paso en la dirección correcta, entendiendo que una buena cultura institucional deriva de la acción apropiada de cientos de individuos. En nuestro país sería un fiel exponente de la voluntad de transformar la cultura de la industria y enviaría el mensaje correcto a profesionales y consumidores. La historia nos enseña que pequeños pasos han originado grandes transformaciones. Para ello hay que tener el compromiso firme que nace de las convicciones y la fortaleza necesaria para ponerlas en práctica.
2 comentarios de “¿Un examen de ética para profesionales de las finanzas?”
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ATT/ Don Alberto Moreno de Tejada.Muy Sr Mío.En el artículo del pasado 30 de mayo en el Diario Expansión, titulado “La hora del crédito”, tiene usted muy claro que las PYMES y autónomos son los que mueven el empleo en nuestro país en un 70/80%, y que estas han desaparecido casi 500.000 empresas y el resto están sin beneficios en sus balances.Por lo tanto estas PYMES no están en condiciones de acudir al crédito, ya que la banca no les hace ningún caso, aunque lleven mas de 30/40 años trabajando con ellos ( Bankia), pues no tienen seguridad de que puedan devolver el crédito, y es lógico.A mi juicio, la única solución, es que se bajaran los impuestos durante los dos primeros años tanto de la Seguridad Social, IBI, Energia Eléctrica… de esta forma, podrán producir con mejores costes y salir al mercado interior y exterior con mejores precios y así conseguiriamos salir poco a poco de la crisis, y nada de créditos aunque sean a tipos bajos.Había que insistir en este tema de bajada de impuestos, pues de otra forma no vamos a ir a ningún sitio.Gracias por su artículo.Fdo. José Mera UrtasunEmpresario PYME
Gracias José por tu comentario a mi artículo la Hora del Crédito. Estoy de acuerdo, y tú como empresario lo sufres todos los días, que la presión fiscal a nuestras pymes impide ser más competitivos en un mercado global. Especialmente el coste de la seguridad social es muy elevado y en particular me gustaría hacer hincapié en la cuota mínima que tienen que pagar los autónomos independientemente de su beneficio (algo se ha hecho con bonificaciones a determinados colectivos pero creo que se debería extender más). Pero tampoco nos podemos olvidar si verdaderamente queremos ser competitivos en un mercado global del coste financiero. Salvo que una pyme se autofinancie, y sería el tradicional modelo de “empresario de cuchara”, necesita para sobrevivir financiación ajena que en España desgraciadamente se limita al crédito ya que el mercado de emisiones aunque está arrancando ahora está muy lejos de ofrecer una alternativa viable. Si las pymes alemanas se financian a unos tipos muy por debajo de los españoles esto supone una pérdida de competitividad para nuestro país. Muchas de las pymes que están exportando y todavía son solventes necesitan crédito para financiar su actividad ordinaria no para cubrir pérdidas. Mi opinión es que a esas pymes hay que abrirles el crédito para precisamente parar esa destrucción del tejido empresarial de la pequeña y mediana empresa en España. Un cordial saludo,Alberto Moreno de Tejada