Por José María Revello de Toro, director del Master en Corporate Finance y Banca de Inversiones del IEB
Valorar por múltiplos es una forma relativa de aproximarnos al valor de la empresa, ya que trata de hallar resultados respondiendo a la pregunta de cuánto vale un negocio en función de lo que valen los demás. Es más precio que valor, pues se calculan los resultados precisamente tomando como datos de partida las cotizaciones de las empresas comparables en Bolsa o sobre los precios a los que se han cerrado transacciones recientes.Podemos decir dos características de este tipo de valoración:
1) Es muy sencilla de realizar. A diferencia de la valoración por descuento de flujos (DCF), que exige un buen análisis del modelo de negocio para proyectar bien los EE.FF. y calcular los cash-flows, aquí sólo se trata de hallar medias o medianas de un conjunto ordenado de cotizaciones o transacciones, para después hacer simples multiplicaciones o divisiones, sumas o restas. Su mayor dificultad es elegir bien las empresas que sean más comparables por tamaño, actividad y estado de crecimiento o madurez (el llamado en inglés ‘peer group’).
2) Es muy fácil de explicar al ser muy fácil de hacer. A veces, los interlocutores que compran o venden empresas no saben muchas finanzas (pensemos en el mundo de la pyme). Y dentro de la valoración por múltiplos, las que más se utilizan son las que toman como referencia el beneficio para hallar un PER (‘price earnings ratio’) o el EBITDA para calcular el múltiplo ‘Enterprise Value (EV) / EBITDA’. Analicemos por qué se puede utilizar tanto esta última del ‘EV / EBITDA’.
Existen dos razones primordiales: 1) Se dice que el ‘EBITDA’ es la mejor aproximación a la caja que genera un negocio, y la caja es un concepto que todo el mundo entiende bien. Se calcula en una Cuenta de Resultados restando a los ingresos todos los gastos que exigen desembolso, y no por lo tanto las amortizaciones, pues no implican salida de caja, y sin tener en cuenta a la deuda financiera, es decir, sin restar los gastos financieros. 2) El ‘EBITDA’ casa muy bien con el llamado ‘Valor de Empresa’ (en inglés conocido como ‘Enterprise Value’ – EV -).
El ‘Enterprise Value’ por la parte del activo equivale a todo el circulante neto (básicamente cuentas a cobrar más existencias menos proveedores de explotación) más los inmovilizados netos; y por la parte de los recursos financieros equivale a la deuda financiera más los fondos propios. Pues bien, el ‘EBITDA’ generado en un año se dedica a inversión (circulantes e inmovilizados) y a retribuir a los propietarios de los recursos: acreedores financieros y accionistas. Esto es un maridaje perfecto.
José María Revello es Director del Master en Corporate Finance y Banca de Inversiones del IEB, un programa único en Europa e Iberoamérica por su grado de especialización, con un enfoque práctico y un claustro integrado por profesionales y directivos con una larga experiencia en la industria. De hecho, el claustro de este master ha realizado el único master existente de Corporate Finance en español.
Artículo publicado originalmente en diciembre de 2014.
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